martes, 7 de diciembre de 2010

Luces

Aquellos vapores del pantano eran insoportables.
Todavía recuerdo el día que me llevaron allí. Éramos cuatro en un pequeño bote carcomido por la herrumbre.
Varias hileras de ojos se encendían y apagaban en la espesura de la noche.
¿Quiénes son?, parecía preguntarse Jerez, según juzgué en su rostro apesadumbrado.
Robles y Villagra fumaban en silencio.
En lo que respecta a mí, me perdí en aquellas reflexiones hasta que salimos de la ciénaga.
Así como se fue disipando la densa niebla, cediéndole paso al aire puro, se fueron marchando nuestros temores, pero de algo estoy seguro: ninguno olvidó aquella noche. Cada vez que los encuentro en el bar puedo ver en sus ojos aquellas miradas clickeantes, temerarias, indescifrables, como moscas agigantadas por poderosos pesticidas.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Meditación I





dos, tres, cuatro,
cinco y seis.
Agua y yerba mate.
Como aquellas tardes soleadas
en las que no sabía qué hora era
y mi única ocupación
consistía en buscarle formas
a las nubes
que bailaban para mi
en el escenario del cielo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Impresiones



Me quedé pasmado con esa mujer que me mira con ojos brillantes y profundos, como si me tendiera una llave, invitándome a su jardín interior.
Camino, dubitativo, por su sendero de piedras y petunias. Levanto la vista y veo el sol a través de sus ojos. A la izquierda hay una hilera de flores azules, que frecuentan colibríes, mariposas y abejas. Más al centro, una fuente (¿de dónde provenía aquel agua?, no lo sé. Lo que pude observar con claridad fueron los nenúfares, púrpuras y violáceos, hermosos).
Bien al fondo, grandes extensiones de árboles frutales; resultaba bellísimo ver la variedad de colores que ofrecían los frutos ya maduros que caían al piso: verdes lima, amarillos y anaranjados que se fundían de una manera única con su césped de ojos verdes.
¡Ah, la diversidad!... y la sorpresa de aquellas palabras, que parecían surgir de la mismísima fuente. Frescas y cálidas, transparentadas por su dulce voz, salpicaban impresiones de su alma en pequeñas gotas, que quedaban en mi brazo derecho mientras acariciaba su pelo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Karma

Le encomendaron cuidar los nidos de las aves. Se sintió rey sobre cualquier placero ordinario.
Cada vez que veo un pequeño huevo roto en el suelo lo recuerdo, y puedo deducir que era humano: o bien falleció o le urge ir al baño.

martes, 19 de octubre de 2010

El primer croto

Alejandro Magno y Diógenes "el perro"

Al oír hablar sobre Diógenes, Alejandro Magno quiso conocerlo. Así que un día en que el filósofo estaba acostado tomando el sol, Alejandro se paró ante él.

Diógenes se percató también de la presencia de aquel joven espléndido. Levantó la mano como comprobando que, efectivamente, el sol ya no se proyectaba sobre su cuerpo. Apartó la mano que se encontraba entre su rostro y el del extraño y se quedó mirándolo.
El joven se dio cuenta de que era su turno de hablar y pronunció:

- "Mi nombre es Alejandro El Grande”. Pronunció esto último poniendo cierto énfasis enaltecedor que   parecía más bien aprendido.

- "Yo soy Diógenes el perro”

Hay quienes dicen que retó a Alejandro Magno con esta frase, pero es cierto también que en Corinto era conocido como Diógenes el perro. Alejandro Magno era conocido en la polis así como en toda la Magna Grecia.
A Diógenes no parecía importarle quien era, o quizá no lo sabía.
El emperador recuperó el turno:

- "He oído de ti Diógenes, de quienes te llaman perro y de quienes te llaman sabio. Me place que sepas que me encuentro entre los últimos y, aunque no comprenda del todo tu actitud hacia la vida, tu rechazo del hombre virtuoso, del hombre político, tengo que confesar que tu discurso me fascina".

Diógenes parecía no poner atención en lo que su interlocutor le comunicaba. Más bien comenzaba a mostrarse inquieto. Sus manos buscaban el sol que se colaba por el contorno de la figura de Alejandro Magno y cuando su mano entraba en contacto con el cálido fluir, se quedaba mirándola encantado.

- “Quería demostrarte mi admiración", dijo el emperador. Y continuó: "Pídeme lo que tú quieras. Puedo darte cualquier cosa que desees, incluso aquellas que los hombre más ricos de Atenas no se atreverían ni a soñar".

- “Por supuesto. No seré yo quien te impida demostrar tu afecto hacia mí. Querría pedirte que te apartes del sol. Que sus rayos me toquen es, ahora mismo, mi más grande deseo. No tengo ninguna otra necesidad y también es cierto que solo tú puedes darme esa satisfacción”

Mas tarde Alejandro comentó a sus generales: "Si no fuera Alejandro, me hubiera gustado ser Diógenes."

viernes, 8 de octubre de 2010

Cielo



Cuando era pequeño quería vivir entre los jíbaros, desconocer la propiedad privada e idolatrar a algún ave de acero que surcara los cielos amazónicos.
Expropiada mi inocencia, amurado a esta jungla de concreto, convivo diariamente con caníbales voraces que tienen hambre de alma.
Por ello me resulta indispensable soñarme niño, abstraerme unos minutos, permitirle al tibio sol primaveral anidar en mi pelo. Después de todo, ¿quién podría discutirme que la paleta que utilizó Van Gogh para sus Girasoles no tenía óleos sino savia de jirafas?

miércoles, 6 de octubre de 2010

Fernando

¡Ah, ese frescor en la cara de no cumplir un deber!

Faltar es, positivamente, estar en el campo.
¡Qué refugio, que no se pueda tener confianza en uno!
Respiro mejor ahora que ha pasado la hora de las citas.
Falté a todas, con deliberación en el descuido,
esperando esa gana de ir que ya sabía yo que no vendría.
Soy libre frente a la sociedad organizada y vestida.
Estoy desnudo, y me zambullo en el agua de mi imaginación.
Es tarde para estar en cualquiera de los dos puntos
donde debía estar a la misma hora,
deliberadamente a la misma hora…
Pues bien, aquí me quedaré soñando versos y sonriendo en cursiva.
¡Es tan graciosa esta parte lateral de la vida!
No consigo siquiera encender el cigarrillo siguiente
Si es un gesto, que quede con los otros
que me esperan en este desencuentro
 que es la vida.


                                                                        
Fernando Pessoa  (1888 - 1935)

martes, 5 de octubre de 2010

Flame still burns

Un hombre aguarda
mecido por el viento
en la esquina

La luna dibuja
un anillo gigante
que baña la noche

Sueña despierto
con su bolso en mano,
pide pájaros
que están en el campo.

Busca luciérnagas,
ya en pleno viaje.

Todos duermen...
sus pies reposan
se mezclan sus pensamientos.

Formaciones:
constelaciones oníricas placenteras
destellos de ayer
color amarillo ocre
cálidos, suaves y cobijantes
como sol de primavera.

Olor a memoria

Cielos despejados
ganas de fumar
Contemplación

Mirando a través de la ventanilla
se siente una espiga de trigo

Acomoda sus ideas
se siente parte del misterio
de una luz que divisa
muy allá a lo lejos.



jueves, 30 de septiembre de 2010

Sentires

Hastío ven a mí
como viento huracanado,
como nadar río arriba.
Inevitable
Melancólico
Desmoronado.
Profundo como el mar
Efímero como leño en el fuego.
Hoy te espero derrotado
En la vigilia te siento llegar
Los atardeceres que vendrán, en mi imaginario,
se tiñen de gris, hoy...

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Electrones

Me es indispensable esquivar la basura.
La gente arroja indiscriminadamente su miseria adonde sea, no sabe qué hacer con ella. Con años de práctica, uno adquiere una habilidad comparable al gol de Diego a los ingleses.
Hay días en los que me siento como una cuenta bancaria, llena de pesos (pesados), toneladas de basura propia y ajena; como encerrado en un pequeño depósito pestilente: tóxico e inevitable .
Lanza certera en el medio del pecho, en esos días no se puede gambetear.
Surfeando en un mar de petróleo, denso, espeso, opaco; en un sálvese-quien-pueda, donde la ignorancia es ley primera, y el canibalismo espiritual voraz, me detengo en el puerto, desde donde puedo contemplar, depurar, purificar.
El rojo anaranjado del atardecer pintando al mar. Un barco anclado me llena de historias. El aire puro ingresa a mis pulmones y lo siento vida. Las cartas enviadas. El cielo azul observado en soledad, con la complicidad de mi espíritu. La fragancia de una flor. La satisfacción de la tarea realizada. La oración en silencio. La murmuración de dos hombres, en un descampado, a kilómetros de aquí. El viento hamacando las ramas de un árbol del parque. El olor a tierra mojada, bajo un cielo gris, que vaticina la lluvia.
El recuerdo invernal (infernal) del averno, sólo por su calor.
Un sembrado de girasoles que embriaga los ojos del que sueña.
Por ello, hoy elijo sentarme tranquilo conmigo mismo, soñar despierto: ser un colibrí, un ruiseñor construyendo su nido, un helecho al fondo de un frondoso jardín. Ajeno a las trivialidades.

viernes, 27 de agosto de 2010

Debussy

Como en el letargo de algún fauno silvestre, más profundo que las raíces de todos los árboles, por las noches me sobreviene una melodía que aún no logro comprender. Quizá la más hermosa de las sinfonías jamás compuestas. Tal vez me lleve cientos de vidas poder plasmarla en un papel. Es por ello que prefiero oír el canto de los pájaros en el alba, cuando el tibio sol evapora el rocío.

lunes, 16 de agosto de 2010

Noche I

Vengo como colgado de la estela de un cometa,
Dócil como un pura sangre adiestrado

Los hombres desdibujados, chupados por la sociedad
Son como una botella vacía

El bar está cerrando
Quedamos sólo vos y yo
La melancolía de otro día mas,
Y el rostro ajeno del que recién se levanta

La cara húmeda para afeitarse
La mirada ausente en el mar de las palabras

Vivimos sacando el agua de a baldes
Pareciera no tener fin
El alma desgarrada y los mil intentos de trascender

Miro la vida desde el bar de la esquina
El café a 7 con 90
Gente que no va ni viene
Es aire dentro de una trompeta
Es sal en el mar
Son gotas miserables

Dame fuego, dame fuego porque esta sinfonía parece ser eterna
Es sólo una percepción subjetiva

Ayer fui recolector de basura
Me tiraron cada porquería!
Escupieron miseria y siguieron su camino
Gentes…
Gentes como partículas de tierra
Barrotes de celda
No soy otra cosa que parte de las gentes
Con mis virtudes y mis porquerías
Todo el mundo tiene un ropero lleno de porquerías
Hay quienes brillan
También hay quienes borran su sombra
Uno ve estafadores tras su sombra,
Y gente linda en alguna plaza.

Te noquean y tardás en incorporarte, deshecho
Contratás albañiles para que te acomoden el bocho
Vos te emborrachás y ellos también
A fin de cuentas un millonario defeca igual que un linyera

Por eso yo voy detrás del cometa
Con el polvo de estrellas

A veces demasiado sincero, hasta que encuentro alguna máscara
Que tarde o temprano se deshace
El purgatorio debe estar lleno de vino
Los jueces borrachos hacen ta-te-ti
Y el infierno está acá
En ningún otro lado mas que acá
El cielo también…

lunes, 9 de agosto de 2010

Abrasar



Colinas rodeaban la carretera.
El sol estéril salpicaba fuego. Tres de ellos permanecían incrédulos.
Un cuarto, escritor y ateo confeso, comenzó a rezar. Los dos restantes proferían insultos a cada cosa que tuviera nombre.
A esas alturas ya no importaba.
Evaporada el agua ya no habría pescadores, ni barcos, ni casas, mucho menos dudas...

miércoles, 28 de julio de 2010





Entre dias y noches y tardes y mañanas

Y abejorros y aguijones y pelos y cerebro
Momentos y fracciones en que el tiempo se licúa
Nos damos vuelta y nos caemos del planeta
Hacia nebulosas y astros:




“Vuelve el criminal
 Retratado, inmortalizado
 Se escuchan las voces de los siglos de las almas de los pueblos
 Despegan los árboles
 Yacen los ríos
 Se retuerce la tierra sangrando partículas”




“Vuelve el ejército por refuerzos
 Por las rectas y los ángulos
 Cae un gran rayo azul
 Diez millones de cráteres

 Desolados!


 Y sus rostros…”


Y en el día, y en el día…
Mueren los hombres, impotentes, dolidos

miércoles, 21 de julio de 2010

Free



El tiempo es arena que vuela de un desierto a otro
Y se consume como un cigarrillo
Como una canción
Como un planeta...

martes, 20 de julio de 2010

Manuscrito hallado en un bote


"¿Es esto una isla o el infierno mismo?" preguntó Joseph Conrad.
  Sólo las olas rompían el silencio.
  Ninguno se puso de pie.
  La noche terminó.
  Las tinieblas avanzaron...

Eclipse II



Hoy me levanté, y vi en la cocina media docena de platos rotos y un corazón deshecho.
Tomé la escoba y barrí la mugre.
Al salir a la calle me cantaban seis ruiseñores en clave de sol.
Al final de la cuadra, una mujer lloraba; sequé sus lágrimas y las guardé.
Mi alma vacía como el colectivo al que subí, y en la calle, rostros ausentes que no miraban a ningún lado.
Finalizando la jornada, la llama parece apagada.
Hoy también es bestia mi recuerdo de la humanidad...

lunes, 19 de julio de 2010




Después de un mes, todos parecen felices...
Ríen y juegan, más no piensan.
El júbilo los desbordó, y los escoltó en fila india hacia el acantilado.
¡Pobres de corazón!
Confían sus almas a un simple pastor lastimado,
que guarda sus penas en el baúl de su armario.

viernes, 2 de julio de 2010

Dos Mundos

¿Cómo definir locura?; ¿cómo establecer un punto medio entre sensatez y delirio?


Creo estar surcando los mares del desasosiego, a merced de la tempestad, en el ojo de la tormenta; pareciera divisarse una luz en el horizonte, como una lámpara incandescente, que se desdibuja entre medio de las olas que rompen en mi cara...


Quietud... silencio, destellos de no se qué en el aire.


Me despierto. Estoy postrado sobre un prisma que emana fluidos multicolores, que bañan mi cuerpo. Busco la llama, pero no consigo ver más que destellos.


El Norte.



En algún otro lugar, un hombre escribe; a su alrededor, gentes de frac yendo y viniendo con cosas importantes en mente, parecen no percibir su presencia, de pronto alguien saluda;


Hola! y sigue su camino.


Es como un hormiguero en el cual cada hormiguita cumple su función, salvo porque no existen, que yo sepa, las hormiguitas con aire de grandeza.


El hombre escribe por necesidad, como antes necesitaba pintar, evocar a ese Renoir del que conserva un pedacito en su alma; y vive entre dos mundos, repartiéndose sus días entre ellos, eligiendo en cual vivir, forzado o no, pero eso si, con pasión, entregándolo todo, viviendo al limite.


Estoy en la frontera nuevamente, desde allí puedo ver todo difuso, algo me desgarra, me abre el pecho y me saca las entrañas, varias maquinas hidráulicas me colocan entre sus mecanismos, me comprimen, me descomprimen, comprimen, descomprimen y así sucesivamente, hasta quedar reducido a polvo de estrellas...


El hombre se retira de su trabajo, una indisposición, partirá hacia su casa para ese reconfortante baño caliente que alivia las tensiones del día. No pudo encontrar la llama que tanto buscaba, no la encontró porque ESTABA ENCENDIDA DENTRO DE ÉL.


Octubre de 2004

lunes, 28 de junio de 2010

Religio


Primero:
El desierto, en apariencia monótono.
Segundo:
Gentes que suben al colectivo.
Tercero:
Un ave se posa en una rama.
Cuarto:
Una noche muy estrellada.
Quinto:
Un hombre reza en una mañana soleada.
Sexto:
El sonido de la lluvia.
Séptimo:
Un manojo de llaves cae al suelo.
Octavo:
Juntar la Fé de todos los hombres
y convertirla en Luz.
Amén.

miércoles, 16 de junio de 2010

Monk

Aún cuando toda flor es hermosa
Aún cuando un ave se pierde, apenas visible,
allá a lo lejos,
y la noche susurra y el mar se queja
y el pintor suspira y pasan las primaveras,
sólo creo comprender la esencia del cosmos después de la lluvia,
cuando suena Debussy
y veo por la ventana caer las gotas de un árbol de otoño.

viernes, 11 de junio de 2010

Freewill

Bestias de mar y corsarios despiadados
Saquearon los barcos y las islas
Apagaron las luces
Sellaron las almas
Quemaron los bosques
Silenciaron las voces
Alojaron a los demonios.

domingo, 6 de junio de 2010

Noche

Fuerte como un roble,
el Sr. Corazón
patea bolsas de basura
a la luz de la luna.

En la misma cuadra
un perro ladra,
mientras alguien se perfuma
para salir a limpiar la calle.

miércoles, 2 de junio de 2010

Parque Saavedra

Ayer vi correr mi sombra, de noche en el parque.
Anoche rocío y niebla.
A la luz de la luna danzaban los fuegos de la hoguera.
Te vi juntar ramas secas para avivar las llamas,
me metí en ellas...
Cientos de grillos, chispazos de luz
y tu madera incansable
lograron que yo naciera.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Midnight Trip

Luciérnagas risueñas
que seducen a la noche,
que vagan por los mares
y pasillos otoñales,
no conocen el monte,
sólo sueñan gentes vistiéndose
para salir a trabajar.

jueves, 18 de marzo de 2010

Desvaneceres II

Caricaturas de atardeceres
desdibujadas en el poniente
Sobrias risotadas de botellas vacías
Grises de bares se escapan
por la ventana borracha de un ciego,
y la tarde
se va de la mano del viento,
con una hoja de otoño...

En las márgenes de aquel río

sopla viento del Este,

sedimentos de estrellas de antaño

y alegrías tiradas al surco.

lunes, 8 de marzo de 2010

De soldados y lobos




Cien tigres y diez lobos con sus bocas abiertas.

Cien tigres y diez ángeles cantando.

Cien tigres y sus bocas sangrando.

Cien fieles murmurando.


La noche en un vuelo de madera incendiada

y cien soldados cantando el nuevo funk del fuego

al compás de una brasa despiadada.

Cien soldados descorchando el vino

en la mesa de los ausentes,

mientras los presentes no están.

Burning

Cebada espumante y un pensamiento
Ajeno y propio…
“La noche
Y en el centro de un bosque
Las bestias
En sus colmillos de néctar
Y aguardiente medieval”
“Una enorme hornalla bajo tierra
¡Mis pies se queman!
Mueren cielos y se cae su piel
Veo a lo lejos un destello
Y no es fuego…”

I
Cinco granos de arena, luna y agua
Sal
Mi bosquejo perfumado de esa playa
Necesito alas para perderme
En la locura de la noche en el mar.

II
Un departamento flota en el medio del océano
Su piso de madera está ardiendo
Mientras dos hombres juegan ajedrez
Y una mujer canta viejas canciones de jazz.

III
Un coronel retirado camina por la calle
Saluda a sus vecinos
Atraviesa las veredas pateando
Las primeras hojas del otoño de sus ojos
Rezonga ruiseñores que no cantan
Tararea canciones que no existen
Vive una vida que no vive
Escupe las flemas de su infancia.

Hoguera

He visto muchos fuegos, pero ninguno como el del otro día.
Mi amigo, en llamas…
Fue una locura, parecía una sinfonía.
Ardió durante horas, llamas hermosas como nunca las había visto,
todas las tonalidades posibles del fuego (todas) variando en cuestión
de milésimas de segundo.
Como decía, fueron varias horas, desde las cinco hasta el crepúsculo.
Me perdí en esas llamas que alguna vez fueron mías, y cuando volví
de esa rara embriaguez, sólo quedaban cenizas que se fue llevando
el viento…
una barbaridad…
tanta gente al lado y nadie se dio cuenta…
Pero cómo ardió!

Desvaneceres

Se fue

No vino

No está

Copa de cristal en su cartera
que robó de algún bar

(ha bebido néctar hasta el hastío)

Se fue volando entre las nubes
y los campos grises
de una noche negra.

Su cuerpo yace en las profundidades
de un mar que ya olvidé.

Estallido

Quitóse
las escamas de sal
que lo recubrían
Llenóse de luz
Aura refulgente
estalló encegueciendo
a toda la galaxia.
Llamaron de Andrómeda:

- ¿Qué pasó?

- Otro que despertó...

Preludio Judicial

El juez,
acechado por un báculo rojo
ve las sombras del poniente
pinta los verdes oscuros
respira profundo
monta caballos fugaces como una mano de póker.