Corriéndome a mi mismo, sin darme alcance
comencé a perseguir a alguien mas
y a ser perseguido
por otros
Mis prioridades
pasaron a ser otras
En estos tiempos que corren todos somos maratonistas espirituales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario