¡Cuán dulce es el dulce destino del Pastor!
De la Mañana a la noche vaga
Tras la majada a la que debe seguir,
Y de alabanzas su boca está colmada.
Pues oye del cordero la inocente llamada
Y de la borrega la tierna respuesta:
Él vigila y la majada se aquieta
Pues sabe que su pastor está cerca.
William Blake
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